Don Juan José Martín Campos, sacerdote, hermano y “eterno pregonero”
Estuvo arropado por los asistentes en una emotiva noche en la que consiguió revivir los 75 años de vida de la Hermandad del Prendimiento
Llegaba el sábado 4 de febrero, fecha marcada en el calendario para escribir una página más en la historia de Almería, de su Semana Santa y de la Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento, Jesús Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced.
El Teatro Cervantes de la capital, envuelto en tenues luces, centraba la atención del público en un escenario cálido dispuesto para la ocasión. Hermanos, autoridades, interesados, cofrades, familiares y amigos; centenares de personas se reunieron para saborear y conocer qué fue y qué es el Prendimiento.
Imágenes, música, vivencias, luces, sombras y voces de muchas personas quedaban recogidas en las palabras del encargado de pregonar y llevar por bandera el aniversario fundacional, 75 años que han dado para mucho. Don Juan José Martín Campos forma parte de la Hermandad no solo como hermano, sino también como figura de especial trascendencia muy ligado a cada paso y por ello fue escogido por unanimidad para tal importante labor.
Ha sido consiliario de esta entre los años 2005 a 2019, cargo que ostenta actualmente para la Agrupación de Hermandades y Cofradías, entre otros. Aunque también es “la sacristía abierta, entusiasmo, pólvora que festeja y oración ante Jesús Sacramentado”, según palabras de María del Mar Marín, hermana mayor del Prendimiento y su presentadora.
Simbolismo lleno de unión
Hacían su entrada para presidir el acto don Juan José y don Ignacio, actual consiliario de la Hermandad, María del Mar Marín, hermana mayor, e Isaac Vilches, presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías. La hermana Marina Contreras introdujo al público dando la bienvenida a este acontecimiento conmemorativo con la misma calidez que el ambiente del emblemático lugar.
“Con ella sobre el pecho sitúas a tus hermanos cerca del corazón. Sois mi hermandad, somos el Prendimiento”. Con estas palabras comenzaba el pregonero su intervención, besando la medalla y arrancando los primeros aplausos de los tantos que vendrían después.
El recorrido a través de la palabra puso su foco en los tres sagrados y venerados titulares que dan sentido y significado al Prendimiento, para los que el pregonero dedicó sendos bloques. “Para que no nos falte la suave caricia de su mirada. Cautivo que cautivas. La caridad es mercedaria”.
No sin hacer acto de presencia la música, un patrimonio igualmente importante para la hermandad. Lidia Fernández y Manuel Simón pusieron notas y letra con Oh rostro ensangrentado, Ave María de Schubert y Entre tus manos está mi vida.
“Es el prodigio del Miércoles Santo, es el Prendimiento”
La imagen de este 75 aniversario ha dejado tres palabras que se han tomado como lema y que engloban la existencia de esta Hermandad: Arde, Late, Cree. Y esta existencia queda reflejada como “sin descanso, cada día, todo el año”, definición certera en boca de don Juan José que definen lo que supone pertenecer a este gremio.
Reconocimiento a los costaleros, a los hermanos, al milagro almeriense de la Semana Santa, a la ciudad, la destreza de manos que dan puntadas de oro o tallan madera, a los hermanos mayores, a los consiliarios y a los que ya no están. Y es que esta celebración traerá un título de especial relevancia, el nombramiento de Hermano Mayor Honorario a título póstumo Juan Antonio Barrios.
“Nos sentimos apoyados por muchas personas e instituciones, especialmente por las familias. Ensancha un corazón que late con fuerza en este gran cortejo. Todos hacéis posible esta bellísima manifestación de Fe en las calles de Almería”.
Una Cofradía convertida en casa de todos
Tras describir con maestría y dulzura qué ocurre el Miércoles Santo dentro de la Santa y Apostólica Iglesia Catedral, vivencias, andanzas, fechas, sentimientos, arte, Fe y devoción, don Juan José ponía fin a su pregón haciendo una sintética recapitulación:
“El Prendimiento no se termina de explicar nunca. El Prendimiento se abraza, se siente y se ama”.