Paso de Jesús Cautivo de Medinaceli
El paso del Señor es una obra de arte en la que han intervenido diversos artesanos de reconocido prestigio para conformar la obra de arte en la que sale cada Miércoles Santo el Señor Cautivo. Realizado en madera de cedro y plata, la ebanistería corresponde a los hermanos Caballero (1997), la talla del canasto y sobrecanastilla a Juan Mayorga Páez (1998), la de los respiraderos a Manuel Montañés García (1999-2000), el dorado a Manuel Calvo Carmona (1999-2002), Francisco Verdugo talla sendas peanas para los arcángeles doradas por Manuel Calvo (2009), la imaginería de las cartelas a Antonio Dubé Herdugo (1999-2002), la de los arcángeles ceroferarios a Fernando Murciano (2009) y a Antonio Ibáñez los ángeles (1999), la orfebrería de los faroles (1997) y el llamador (1995) a Manuel de los Ríos Navarro y la de los faroles de los arcángeles (2009) y guardabrisones (2005) a los hermanos Delgado, el bordado de los faldones a Sebastián Marchante Gambero y la pintura de los mismos a Maribel Lozano Mena (2006). Con el estreno de los cuatro Evangelistas realizados por Fernando Murciano Abad y preseas de Ramón León Losquiño en 2023 se completa el programa iconográfico. Además figura en la delantera del canasto un relicario con la reliquia de San Pío X, pieza en plata de ley ejecutada en el Taller de Manuel de los Ríos (1994), a los pies del Señor figura una cartela en alpaca plateada y dorada del escudo de Almería, en la trasera una imagen de la Virgen de la Merced gloriosa, pieza realizada en el taller de Orfebrería Sevillana, procede del primer paso de orfebrería que tuvo el misterio del Prendimiento (1985) y que fue vendido a la Hermandad de la Borriquita de Almería.
Las dimensiones del paso con: 3’65×2’20×1’60 metros.
Programa iconográfico
A modo de retablo itinerante, el paso del Señor presenta un amplio programa iconográfico. En el canasto se pueden encontrar ocho cartelas con sendas escenas de la Pasión, todas obra de Antonio Dubé Herdugo. En la delantera (centro) el Prendimiento, y en las esquinas la Piedad y el Descendimiento. En la trasera se encuentran la Borriquita, los Azotes y la Exaltación y en el centro de los laterales la Tercera Caída y la Oración en el Huerto. Cuatro parejas de cabezas de querubines alados, obra de Antonio Ibáñez Valles y policromadas policromadas por Manuel Calvo Camacho (2000) así como doce cabezas de ángeles policromadas y encarnadas por Manuel Calvo Camacho (2002) completan la iconografía del canasto.
En los medallones centrales y laterales de los respiraderos se encuentran cuatro de los doce Profetas menores, realizados y encarnados por Antonio Dubé Herdugo (2000) con estofado y dorado de Manuel Calvo Camacho (2001) así como cuatro arcángeles atlantes en las esquinas, realizados al año siguiente por ambos artistas. Además se reparten hasta un total de doce cabezas de ángeles con alas, de Manuel Montañés García (2000), policromadas, estofadas y encarnadas por Manuel Calvo Camacho (2001).
Los faldones bordados en hilo fino de oro sobre terciopelo morado son obra del bordador Sebastián Marchante Gambero con pinturas de Maribel Lozano, representando a San Juan de la Mata, fundador de la orden Trinitaria, en el medallón central del costero izquierdo y el intercambio de la imagen del Cautivo por su peso en plata en Argel, en el derecho. Además de mostrarse escenas del Niño Dios como el Nacimiento, la Adoración de los Reyes, la Presentación al Templo, la huida a Egipto, el Niño perdido y hallado en el Templo, el milagro del pajarito, el Divino Pastor y Jesús carpintero.
En 2023 se estrenan los cuatro evangelistas que completan el programa iconográfico, realizados en madera de cedro de líbano estofados al temple de huevo por Fernando Murciano Abad, con ropajes, nubes y alas en oro de ley 23 3/4 por el dorador Enrique Castellanos Luque. Las preseas de los evangelistas son obra del orfebre Ramón León Losquiño, repujadas a mano en plata de ley de 0.6 micras de grosor.
Evolución
En unas andas sencillas iluminadas por cuatro faroles de forja realizados en el taller de Luis Algarra; así salió, portado a hombros, la imagen del Señor Cautivo en 1959, sería la primera vez que lo hacía solo en el paso, recordemos que en 1950 lo hace formando parte del conjunto escultórico del Prendimiento junto a San Pedro y el romano Malco.
De los años 1959 a 1969 procesiona en estas sencillas andas, ya en el año 1970 lo hace en Vía Crucis Penitencial siendo el último año que procesiona hasta el año 1978. Ya reorganizada la Hermandad desde la S y A I Catedral de la Encarnación, lo hace en el paso de la Columna de la Hermandad del Silencio y, al año siguiente lo hace en el de la Buena Muerte, obra de José Manuel Mena Hervás (1955).
Los pasos de la Hermandad de las Angustias fueron cedidos por el padre José María Linde Díaz, sacerdote jesuita del cercano convento del Corazón de Jesús donde radicaba la Hermandad de las Angustias, gracias a la gestión de N.H. José Cerrá Guirado. Al año siguiente, ambas corporaciones llegan a un acuerdo por el que compartirán el paso de la Virgen y el Cautivo podrá seguir disponiendo del paso de la Buena Muerte hasta que pueda acometer la realización de uno propio. Este acuerdo se alcanza en virtud del enorme desembolso económico que se había realizado para restaurar el citado paso. La Hermandad para acondicionar y mejorar los pasos de las Angustias, refuerza el mismo con un nuevo chasis saliendo hasta el año 1981 a ruedas, en el año 1982 el tallista Antonio Marín Lupión lo somete a una restauración para que pueda procesionar a portadores, restaurando algunas tallas junto con los dos ángeles que portan cirio, además realiza una nueva peana a la imagen de Jesús Cautivo tallada en madera de cedro junto con los nuevos mascarones para las cabezas de varal, doradas por el maestro Carmelo Luiz.
En el año 1986, Jesús Cautivo procesiona de manera provisional con el paso que realiza en el año 1985 el orfebre José Brihuega para el misterio del Prendimiento, este año lo hace con el canasto, peana, dos faroles de guardabrisa escoltando al Señor y en el frente los dos ángeles adquiridos a la Hermandad de Angustias con dos piñas de clavel rojo, el en centro la Virgen de la Merced de pequeño tamaño obra también del mismo orfebre.
Ese mismo año, en 1986 se aprueba la ejecución de un nuevo paso, siguiendo el consejo de Antonio Dubé. En la ejecución intervinieron el ebanista Francisco Bailac, el tallista Francisco San Román Flor, los imagineros José Antonio Navarro Arteaga (Evangelistas San Juan, San Marcos, San Mateo y San Lucas), Luis Ortega León (escenas de la pasión para las cartelas y Profetas menores), el orfebre Manuel de los Ríos (faroles y llamador) y el dorador Manuel Calvo Carmona.
El estilo del paso era puramente barroco, con líneas sinuosas, bombo y perfiles, quedando compuesto por respiradero, canastilla y sobrecanastilla. Imaginería formada por cuatro Profetas Mayores, cuatro Profetas menores, once escenas de la Pasión y veinticuatro ángeles soportando cartelas y escudos. Todo esto último sobre diseño del escultor-imaginero D. Luis ortega Bru y realizado por su hijo Luis Ortega León. La obra de talla fue dorada y bruñida en oro fino, la de imaginería policromada y estofada. Paso que fue pasto de las llamas en el incendio de 1996, tras lo que se decide encargar el actual.
El 1 de marzo de 1997, se bendice la nueva imagen del Señor, lo hace sobre el paso del Resucitado cedido por la Agrupación de Cofradías para tal ocasión, obra del orfebre José Manuel Ramos de Rivas (1986), la Hermandad del Silencio cede para la ocasión los cuatro faroles que iluminaban al Señor, obra de Orfebrería Villareal (1983)